miércoles, 25 de abril de 2012

La utilidad de los cáncamos (o el último regalo para un viaje fuera de casa).

    He debido recurrir a estos artefactos, por necesidad. Entonces he pensado en el simbolismo de un último regalo para alguien que se va lejos. Mejor si pudiera darte la vida entera resuelta. Mejor si nada te dijera y todo tuvieras que explorar. Mejor si lo último que te diera fuera despreciable y a la vez infinitamente útil.
    Señora, señor, no se empeñe en dar todo, no se empeñe en dar nada. Un simbolismo es lo que decidí. Algo útil que fácilmente no se destruirá y que podrás llevar donde vayas. Un último regalo, un último recuerdo.
    Que no se desprecie la utilidad y el simbolismo de los cáncamos.

Nota: Siempre encontré absurda (o tal vez en extremo graciosa) la forma del título. Raro que despertara de esa forma. Sólo eso diré.