miércoles, 15 de agosto de 2012

Ocupada

    Tal vez últimamente no escribo tanto porque ya no estoy des-preocupada. Ni preocupada. Sólo ocupada. Lo cual me impide des-preocuparme o preocuparme. Se entiende.
    Le he dado vueltas a dos frases. A saber, porque si no las digo ahora no las diré: "a veces olvido que vivo al lado del mar" y "si no hace ruido, no existe". Algo bueno pudo haber salido de eso.
    Hoy leí un artículo sobre un libro que no he leído y se comenta mucho, el cual se hizo película, aunque ya es viejo. Creo que la película nunca la veré, porque me causan reticencia las películas viejas. El libro siempre he querido leerlo, pero extrañamente siempre he pensado que será en inglés. Es el único libro que me llama la atención leer en inglés y lo recuerdo por eso. Me nombran el libro y pienso "ah, es el que leeré en inglés". Extraña situación. Aunque dudo que lo lea en el corto plazo, por todo el tema de "ocupada".
    Mi punto es lo que comentaba el autor del libro. La idea que originó aquella -tal vez, porque no la he leído- "obra maestra". Un simple idea -como pensar que si no haces ruido, no existes- que desarrolla una historia. Lo pensé cuando era muy chica: no necesitas imaginación, sólo enfocarte en algo sobre lo que escribir. Y tiempo.
    Pero sigo ocupada.

domingo, 12 de agosto de 2012

Prioridades

    Sé lo que quiero; aunque lo sé, es importante repetirlo. Repetirlo hasta no querer más que lo que quiero y no hacer más que lo que quiero.
    Ya no hay lista. La vida no se define en año nuevo, ni en abril, ni en agosto, ni octubre, ni diciembre. La vida no se definió en febrero.
    Por eso damos botes, todos los días. Si no se define, no existe. Si no hace ruido, no existe. Si no se hace, no existe.
    Definamos.
    Es importante asumir primero que no podré hacer todo lo que quiero. Es importante asumir que podremos seguir sólo un camino y sólo uno. Nada de ilusiones sobre lo que podría ser. Es o no es. Y sólo es uno.
    Repetir hasta aprender.
    Sólo aprender una habilidad. Sólo una. Pretendo saber más, pero sólo sé que nada sé. No me esforcé por aprender. Pero todavía puedo aprender. Una y sólo una habilidad.
    Definir cuál. ¿Me gusta lo que soy? ¿Me gusta lo que pienso ser? En verdad, ¿qué pienso ser?
    Definamos. Definamos que soy incapaz de definir. Pero debe intentarse.
    Presión. Presionar. Presionada. Presionando. Te culpo porque soy incapaz de culparme.
    Todo al revés.
    Mato las prioridades. Las defino, las ordeno, las aclaro, las manejo, las sopeso. No las hago. Pero están ahí. Luego no están. Vienen otras que son las mismas, pero las defino de nuevo. Las ordeno, las aclaro, las manejo, las sopeso. No las hago, de nuevo.
    Hoy mi prioridad nunca estuvo definida.
    Asumiendo hechos irrefutables. Explicar lo obvio.
    Así se matan las prioridades y se muere la vida.

domingo, 27 de mayo de 2012

La cultura de los desperdicios

    Últimamente he insoportado el tema de los desperdicios. Nos quejamos de temas que hemos generado, que no hacemos nada por remediar.
    La cultura de los desperdicios abarca todo ámbito de cosas. Desde nuestros utensilios y herramientas, hasta el alimento. Todo tiene fecha de caducidad, la que se hace cada vez más estrecha.
    Todo debe durar menos o no hay negocio. Porque incluso gestionar la basura es un negocio.
-12,5 08052012

miércoles, 25 de abril de 2012

La utilidad de los cáncamos (o el último regalo para un viaje fuera de casa).

    He debido recurrir a estos artefactos, por necesidad. Entonces he pensado en el simbolismo de un último regalo para alguien que se va lejos. Mejor si pudiera darte la vida entera resuelta. Mejor si nada te dijera y todo tuvieras que explorar. Mejor si lo último que te diera fuera despreciable y a la vez infinitamente útil.
    Señora, señor, no se empeñe en dar todo, no se empeñe en dar nada. Un simbolismo es lo que decidí. Algo útil que fácilmente no se destruirá y que podrás llevar donde vayas. Un último regalo, un último recuerdo.
    Que no se desprecie la utilidad y el simbolismo de los cáncamos.

Nota: Siempre encontré absurda (o tal vez en extremo graciosa) la forma del título. Raro que despertara de esa forma. Sólo eso diré.

miércoles, 14 de marzo de 2012

He recordado.

    He recordado que este espacio no fue hecho para soltar entradas como la anterior. Había un trasfondo, la idea de ir más allá de lo que fue mi anterior diario virtual, la idea de compartir palabras más reales y ajenas a mi vida personal.
    Pero he caído en lo mismo, porque al final se extraña ser personal.
    Sin embargo, me lamento, porque la idea principal de ese otro espacio, que abrí después, es ser personal, la razón por la que lo saqué a la luz a pesar de todo. Ahí se puede encontrar todo lo que aquí no diré. Esto es una reflexión concreta, al otro le toca el incógnito.
    Por ahora no reprimiré un intento que salió sin apurarlo. Ya he tenido bastantes problemas eliminando entradas. Pero espero que sea el primero y el último.

viernes, 13 de enero de 2012

Aros.

En colores.
Están esos aros que tengo
así no olvido
que primero de todo
estoy yo.


Están esos aros que tengo
así no olvido
que un día sola
sin ayuda de nadie
sin apoyo de nadie
los compré
y seguí caminando
porque
primero de todo
estoy yo.

domingo, 8 de enero de 2012

Por ahí tiene.

    He emigrado desde el Gran Concepción hasta Puerto Montt. Aún estoy acostumbrándome a las calles, los horarios, el lenguaje, las costumbres, la comida.
    Acá son mucho más aliñados para cocinar, algo que me encanta. Llaman a algunas calles con sus nombres antiguos y no con los que tienen ahora, las micros se mueven casi en los mismos horarios y los tiempos de viaje son parecidos a los del Gran Concepción. Me ha complicado un poco aprender todos los nuevos pueblos y poblaciones. Voy de a poco.
    Algo que sí me ha impactado es el lenguaje. Es distinto (y contagioso), como "cantado", aunque ni así, más que nada tiene énfasis en otras sílabas y es raro de escuchar, para mí.
    No sé por qué extraña razón estoy fascinada con una frase en particular: "por ahí tiene". Todos lo usan cuando tienen que dar el vuelto de algo. Es como indicar una acción y al mismo tiempo dar las gracias. Me parece así.
    Si he de contagiarme con el lenguaje me gustaría que fuera con esa frase primero.