lunes, 18 de marzo de 2013

Lo que leo, lo que no leo...

    La decisión a veces se reduce a lo que haces o dejas de hacer.
    Me ofendo, pero lo que me sobra y lo que me falta se debe a lo que leo o lo que no leo.
    Si me preguntan, leo bastante, pero, ¿los temas son suficientes? En la competencia, el día a día te obliga a saber más. De pronto chocas. Porque leer cualquier cosa pasa a ser como seguir todas las noches el programa de moda en la televisión.
    No soy distinta.
    No soy mejor.
    Todo es por lo que leo o lo que no leo.

    Me define, me atraviesa, me golpea, me permite ser hoy o mañana. No dos formas, ni tres, sino mil. Mil formas, mil letras, mil palabras nuevas en mi cabeza. ¿Desde qué punto de vista?
    Del mío. Debería bastar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario