La decisión a veces se reduce a lo que haces o dejas de hacer.
Me ofendo, pero lo que me sobra y lo que me falta se debe a lo que leo o lo que no leo.
Si me preguntan, leo bastante, pero, ¿los temas son suficientes? En la competencia, el día a día te obliga a saber más. De pronto chocas. Porque leer cualquier cosa pasa a ser como seguir todas las noches el programa de moda en la televisión.
No soy distinta.
No soy mejor.
Todo es por lo que leo o lo que no leo.
Me define, me atraviesa, me golpea, me permite ser hoy o mañana. No dos formas, ni tres, sino mil. Mil formas, mil letras, mil palabras nuevas en mi cabeza. ¿Desde qué punto de vista?
Del mío. Debería bastar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario